Existe una gran tradición micológica en la comarca burgalesa de Villadiego, y un año más invitan a participar en ella, durante el fin de semana del 31 de octubre al 2 de noviembre, a cualquier aficionado que se acerque a este pueblo. Las Jornadas Micológicas se  materializan en distintos eventos que dan satisfacción a los que tienen  curiosidad científica, degustadora o simplemente buscadora de estos especímenes tan curiosos que nos ofrece  el reino fungi.

El viernes 31 de octubre habrá salidas desde la Plaza Mayor para realizar paseos micológicos por distintos hábitats y recoger especies. A partir de las 18:00 se puede asistir y participar en la clasificación de los diferentes ejemplares recogidos.

El sábado 1 de noviembre se abrirá la exposición a partir de las 13:30 en la Plaza Mayor. A las 19:30 conferencia-coloquio del profesor D. Raúl Fraile “El mundo de los hongos” en la Casa de Cultura. A partir de las 21:00 los bares de la villa nos obsequiarán, al tomar una caña o un vino, con tapas de diferentes variedades de setas que se están recolectando en esos días y que preparan con cariño intentando llevar a cabo el mejor pincho.

El domingo habrá salidas al campo para participar en el taller “Iniciación a la Micología”. Se saldrá en pequeños grupos acompañados de expertos de la Asociación Los Cañamares.

Todo ello es gratis.

Nosotros repetiremos este año, ya que en 2013 participamos en las XXVI Jornadas Micológicas sin muchos conocimientos, pero eso sí,  armados de ilusión, cesta y navaja.  Elegimos un robledal al NE de Villadiego y rápidamente,  para gran satisfacción de nuestros hijos, empezamos a encontrar los preciados Boletus Edulis. En honor a la verdad, hay que decir que no todos tuvimos la misma suerte.

El resultado final fue muy satisfactorio en lo que respecta al “Edulis”, lo que nos permitió, una vez consultados los correspondientes blogs de cocina, experimentar con diferentes recetas para la comida: nos hartamos de carpaccio, revuelto y croquetas de boletos.

Pero también queríamos aportar distintos ejemplares para la exposición  y cuando terminamos el paseo campestre acudimos al punto de entrega para que procedieran a su estudio y catalogación, así como a la recreación del hábitat de cada especie dentro de una bandeja de plástico. Quizás no sea la forma más bonita de presentar los ejemplares, pero sí es tremendamente didáctica: 200 especies con su tipo de suelo, con la vegetación en la que se desarrolla, con ejemplares de diferentes tamaños para ver la evolución de las diferentes setas,  todas ellas acompañadas con sus respectivos carteles informativos ( rojo para las especies venenosas, verde para las comestibles y blanco para aquellas sin interés culinario).

En la exposición había expertos respondiendo a preguntas y dudas. En las fotos se puede ver el ambiente y , en primer plano a la derecha, a Luis Rubio Casas, el invitado de este año que nos regaló una interesantísima charla de introducción a la micología. Nos sorprendió su juventud; su amena exposición y sus conocimientos nos dejaron con la boca abierta.

Finalmente la parte más festiva: para no perdernos nada, recorrimos los bares de Villadiego probando las tapas de setas que cada uno había preparado para esta feria.

Por supuesto terminamos mareados; pero no creo  que la embriaguez se debiera al paseo campestre, ni al empacho de Boletus Edulis, ni a la exposición, ni a la charla o al concurso de cocina de setas que hubo en la plaza y que  también degustamos. Tampoco fue una seta alucinógena entre tanto pincho. Creo que la mezcla de vino y cerveza para conseguir probar todas las fungi-tapas fue la culpable. Pero, sin duda, mereció la pena.

Este año puede ser magnífico para la recolección: ha llovido, no ha helado y la temperatura media que se espera en las dos próximas semanas es de  16 grados por el día, no bajando de 6 grados por las noches.

En resumen, una buena oportunidad para disfrutar del campo, de sus frutos y de los sentidos en estas alegres Jornadas Micológicas de Villadiego.